miércoles, 6 de agosto de 2014

13 de Agosto de 2014. Primer día en el Amazonas



A las 8.30 estamos en la agencia con un micro-macuto dispuestas a pasar dos días de aventura en la selva. Las botas de agua (imprescindibles como veremos) y la capa impermeable te las dan ellos.
Hay que decir que la selva que se visita desde Baños es ya secundaria, ya que ha sido ya muy “tocada” por la civilización y no quedan muchos animales. Para ir a la selva primaria hay que desplazarse 8 horas hasta Cuyabeno y hacen falta por lo menos 4 días, así que lo descartamos por falta de tiempo, pero tiene muy buena pinta….

En el tour al final vamos 9 personas, pero 5 vienen para un día y 4 para dos y llevamos dos guías. En la agencia nos dijeron que los grupos no eran de más de 6 personas y aunque somos más, es verdad que nos acompañan dos guías que dividen el grupo por la mitad cuando se trata de dar explicaciones o hacer actividades. Los guías son Carlos y Edwin, este último será el que nos acompañe los dos días. En el grupo van 3 mejicanos de 17-18 años, los cuales les llaman mucho la atención a los guías, ya que no suelen tener turismo de Méjico y menos tan jóvenes. También viene una pareja de tortolitos holandeses, que serán los que nos acompañen los dos días y una pareja mixta ecuatoriana-francés. Todos muy majetes. El tour, según ritual de los guías, empieza con la foto de un salto... ved que sincronización!!




Las principales diferencias de las tour operadoras buenas con las malas son los guías profesionales y muy preparados y el número de personas por grupo. Vimos como iban los de los tours baratos (35$) y era un bus de dos pisos con un solo guía!!!

El primer día está full de actividades (como dicen ellos), primero te paran el algunas de las cascadas que ya vimos ayer, pero te dan muchas más explicaciones, claro. La primera parada se realiza en Puyo y es para ver el centro de recuperación de fauna salvaje. Son animales que han sido confiscados a la gente y que se mantienen en este centro hasta que, si es posible, sean devueltos a la selva. Hay animales que ya no pueden ser reintroducidos y se usan de manera didáctica para que la gente los conozca y aprenda de ellos. Nos cuenta Edwin que cuando la gente visita la selva en muchas ocasiones los indígenas locales, a cambio de una gorra o una camiseta les dan un animal salvaje de los que tienen domesticados. Estos son confiscados en Puyo y van a este centro de recuperación. Allí aprendemos que hay leopardos que no superan en gran medida la envergadura de un gato grande y que los felinos más grandes de la selva son los pumas o jaguares. También vemos por primera vez Tapires, la vaca de la selva, que están en serio peligro de extinción por ser una carne de gran calidad.

También vemos a los roedores más grandes del mundo, que son casi como un cerdo y son muy buenos nadadores.

 Por supuesto monos, jabalíes y diferentes tipos de guacamayos y loros. También tienen caimanes conviviendo con tortugas...



De ahí nos vamos a ver una comunidad indígena  quichua. Esto es lo más decepcionante de todo el tour. No esperábamos ver nada realmente auténtico, pero es que en realidad no vimos nada!!! Son las cabañas construidas por ellos con paja de toquilla que es un gran aislante de la lluvia y  de las altas temperaturas. En una de ellas tienen artesanía expuesta para que compres y te pintan la cara con tintes naturales, pero ni tan siquiera son ellos los que te pintan, es el propio Edwin el que nos hace los dibujos faciales a cada uno de nosotros… 



Semilla con la que tiñen la cara

 Luego te llevan a ver al chaman, que es el más anciano de la comunidad, que se viste para nosotros con sus abalorios festivos y nos hacemos la foto de rigor, a él y a sus mascotas....


 Está bien que a veces tengas que pasar por hacer la mayor de las turistadas y esto lo aceptamos, siempre y cuando obtengas algo interesante a cambio: información del modo de vida de los quichua, de su cultura, de sus creencias…. Pues nada de nada. Esta parte del tour podía ser absolutamente obviada.

De ahí nos llevan a comer. La comida a base de tilapia hecha al vapor dentro de una hoja está muy rica. Siempre sirven una sopa de primero y un plato combinado de segundo a base de arroz (no falta nunca), verduras y carne o pescado.

Después de la comida, por una empinada cuesta llegamos a un impresionante mirador. Se ve la selva y el río Pastaza haciendo unos meandros muy espectaculares. Al llegar arriba además tienes unas hamacas para recuperarte del esfuerzo.
En este mirador realizamos nuestra primera actividad de aventura, quizá la más arriesgada de todas las que hemos hecho este viaje…..





Es un trozo de madera atado a una cuerda que te hace saltar al abismo… los mejicanos adolescentes son los primeros en disfrutar de la aventura y los holandeses también se animan, luego vamos nosotras….. brrrrrrr la verdad que impresiona de lo lindo, sobre todo por la ausencia total de medidas de seguridad, pero la sensación merece la pena…

El clima en la selva es impredecible; durante la comida ha caído una lluvia torrencial y ahora hace un sol esplendoroso.

Ahora toca el trecking en la selva para ver la cascada del río Cristal. Para ello los que nos vamos a quedar dos días nos vamos con Edwin y el resto con Carlos. Salimos en tiempos distintos y no sé si por caminos diferentes. El camino son unas dos horas, eso sí, parando continuamente para recibir todo tipo de explicaciones. Edwin sabe muchísimo de plantas e insectos y nos deleita con sus conocimientos. Más tarde descubriremos por qué sabe tanto…. La carrera que necesitan tener para ejercer de guías turísticos es la de ecoturismo y para poder obtener el título (3 años en universidad privada) necesitan realizar unas prácticas de 6 meses en una comunidad indígena, viviendo con ellos y aprendiendo sus costumbres y creencias. Edwin, además, como le gustó el tema, siguió de voluntario en la comunidad un tiempo más. Es un chico muy activo y trabajador, está todo el rato pendiente del grupo y tiene un trato muy agradable, así que estamos muy contentas con él.

Aprendemos de plantas alimenticias, medicinales, plantas que sirven para teñir, útiles para hacer herramientas… nos hace probar de todo!!! Una de las delicias de la selva son las termitas, que son un alimento que sirve para sobrevivir y además de repelente de mosquitos si las machacas con las manos. Para cogerlas basta con poner el dedo en un termitero y pronto tienes toda la mano llena. Los chicos las prueban, nosotras pasamos.. .

El caso es que durante el paseo por la selva, entre las muchas plantas que nos hace probar Edwin, nos da a probar unas hojas que en la base tienen una especie de bulbo. Quiere que nos comamos solo el bulbo que tiene sabor a limón…. Una vez comidas varias nos confirma que lo que sabe a limón no son las hojas, sino las hormigas que contiene el bulbo!!! Aggggggggg!! Nos hemos comido un montón de hormigas…. Será capullo!

A cambio en otra de las paradas nos realiza una mascarilla de arcilla natural y quedamos todos preparados para llevar una preciosa mascarilla hasta que lleguemos a la cascada.


El paseo es muy agradable, la selva es frondosa y húmeda y realmente da la impresión de que estás inmerso en el centro del Amazonas… que pena que ya no queden animales grandes….  


La cascada está llena de gente, ya que los turistas del bus han ido por el camino fácil y están todos ahí bañándose. Nosotros damos una vuelta a la cascada para hacer tiempo y que se vayan y por fin nos damos un baño de hidromasaje en plena cascada. El agua aunque fresca, no está nada fría, se nota que viene de las lluvias y no de deshielos.

En la cascada nos cruzamos con el resto del grupo, pero seguimos yendo separados porque ahora toca paseo en canoa por el río y también lo hacemos en dos grupos.

Volvemos por el camino fácil y ahí nos esperan los “canoeros” para llevarnos de paseo por un río lleno de obstáculos, que aunque no llega a ser un rafting, a veces lo parece!!!  La barca es tradicional hecha con el único tronco de un árbol vaciado. Está atardeciendo y hay una luz preciosa. La temperatura es también muy agradable y disfrutamos de unos 20 minutos de paseo río abajo que nos deja muy relajados.



De ahí nos juntamos con el resto del grupo en el coche, pero ellos se van ya de vuelta a Baños y nosotros a lo que será nuestro campamento en medio de la selva. Ya es noche cerrada y el campamento está a unos 10 minutos andando de la carretera… Ninguno nos hemos acordado de traer linterna, pero menos mal que llevamos el móvil y en esta situación nos saca de apuros ya que hay que cruzar 3 puentes de madera estrechos y es fácil poner el pie donde no toca!

Cenamos estupendamente en el campamento una buena sopa y pollo asado con arroz y verduras. Luego nos quedamos hablando un rato en la hoguera y a dormir que estamos muertas! Al principio nos dieron cabaña conjunta a los cuatro, pero los tortolitos piden una para ellos y como queda una libre se la conceden, así que nosotras también salimos ganando en intimidad…

Ya en la cama nos dormimos entre los sonidos del río y de la selva… el entorno no sabemos como es, pero tiene una pinta estupenda, a ver qué visión nos depara el nuevo día!!

2 comentarios:

  1. Estáis muy monas pintadas así....Lo de las hormigas...................cómo os pueden haber hecho algo así?.....esa broma yo no os la haría nuncaaaaaaaaaaaaa. Besos hormigosooooos!!! :)

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  2. Oye...Esa foto que está antes de la oruga rara ¿qué es?...la lengua peluda de un animal raro o un matasuegras vegetal???? ¿Qué es eso?

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