sábado, 23 de agosto de 2014

30 de Julio de 2014. Tour a Isla Pinzón


A las 8.30 estábamos en la agencia Joybe… son un poco desastres con los horarios, nos dijeron que el barco saldría a las 9.30 y a las 8.30 ya nos hicieron correr! Para colmo no tenían aletas para prestarnos y nos tocó ir a alquilar unas a 3 $/barba.

En el barco esta vez íbamos con ecuatorianos, un grupo de 4 chicas alemanas y una pareja mayor de catalanes. El barco era el mismo de ayer, propiedad de la agencia. El viaje de ida hacia la isla de Pizón fue un auténtico desastre! Gemma nada más subir al barco sintió que se mareaba de nuevo con el olor a gasoil, y eso que nos habíamos tomado el mareol. Así que le cedieron un sitio privilegiado junto al capitán en el piso de arriba…. No sabe la suerte que tuvo!! El olor a gasoil era cada vez más insoportable y poco a poco las caras de los pasajeros fueron empalideciendo hasta hacerse de color ceniza…. Creo que estábamos TODOS mareados sin excepción! De ayer a hoy el olor se había acentuado y ahora era INSOPORTABLE. Una familia de ecuatorianos que viajaba con un bebe de 1 año pidieron que pararan la barca, que esto no se podía soportar. El barco paró, pero todavía fue peor parar en alta mar, ya que el vaivén de las olas aun enturbiaba más los sentidos…. Otro de los ecuatorianos estaba muy enfadado y le dijo al guía que estaba arriba muy tranquilito que bajara abajo a disfrutar del mismo aroma que nosotros…. Abrieron una trampilla delantera y la cosa mejoró un poco. Así pudimos llegar a la isla, pero las caras de los pasajeros eran funestas!

El primer snorkel fue al lado de una pared vertical de piedra negra y en una zona de mar abierto que no incitaba mucho al buceo y menos después del trágico viaje…. Yo me encontraba fatal, pero al final decidí bajar al agua porque en el barco iba a estar peor…

Este primer snorkel fue una grata sorpresa: era una pared vertical que continuaba debajo del agua y se veía como, en pocos metros, se alcanzaban aguas muy profundas y cambiaba completamente el tipo de fauna. El fondo marino era bonito y vimos pececillos muy chulos… Este primer snorkel no duró más de 10 minutos y lo hicimos nadando de una punta a otra mientras el barco nos seguía a cierta distancia. El segundo snorkel sí que lo hicimos en una zona mucho más paradisíaca, la isla hace un recoveco que forma una especie de bahía de aguas cristalinas muy apropiada para el buceo. Allí además, estaban las aguas más calientes y pudimos disfrutar más a gusto. Pronto tuvimos lobitos juguetones entreteniéndose con nuestra presencia. Los jóvenes son muy curiosos y vienen a provocarte y a jugar contigo. Nadan por encima, por debajo, a tu lado, se retuercen…. Es un auténtico placer poder nadar junto a ellos, se acercan hasta casi tocarte!! Luego uno de ellos, cuando se cansó de jugar conmigo, se dedicó a pescar un pez y una vez muerto a jugar con él subiéndolo a la superficie y dejándolo caer al fondo del mar…. Lo bajaba a buscar y otra vez lo tiraba… así estuvo por lo menos hasta 10 veces…. Graciosos estos lobitos! Esta vez Gemma sí que pudo sacar buenas imágenes acuáticas, a ver si la pésima conexión wifi nos deja colgar alguna!!



Además de disfrutar de los lobos vimos muchos pececillos tropicales, pero ningún tiburón ni ballena ni pingüinos…. L

Después del snorkel nos dieron de comer lo mismo que ayer, eso sí, esta vez nos dieron sandía de postre que estaba riquísima. De ahí nos sacaron a alta mar a rodear la isla, el guía se puso a pescar un rato (que no picó nada) y a Santa Cruz de nuevo, con una parada en el Islote pan de azúcar, en el que vimos muchos lobos marinos descansando y algunos piqueros patas azules. La verdad que el tour estuvo muy deslucido y nos supo a poco a todos. Entre el gasoil y la escasa actividad, la gente estaba bastante insatisfecha.

Cuando llegamos a tierra firme, Gemma y yo fuimos a protestar y nos dijeron que nos darían 20 $ por el olor a gasoil. Nosotras ya nos dábamos por conformadas cuando entraron las 4 alemanas a protestar y les hicieron la misma oferta. Ellas dijeron que no, que no solo era el olor a gasoil, que tampoco se había cumplido con los tres snorkel prometidos y que el tour había sido muy pobre. Al final resulta que tenían que haber parado en una playa de santa cruz y no lo hicieron (nosotras no recordábamos que nos hubieran dicho eso), de modo que gracias a las alemanas en vez de 20$, nos devolvieron 40$ J.

Tras una deliciosa ducha nos fuimos a cenar. Esta vez elegimos de nuevo la calle de los quioscos. Cuando llegamos estaba todo muerto porque era muy pronto y después de recoger la calle tratando de elegir el mejor de los restaurantes (hay por lo menos una docena apelotonados uno al lado del otro), nos sentamos en uno un poco a ojo y oye mira, que acertamos!! Cenamos de maravilla unos “camarones reventados” (gambas fritas en harina) yo y un churrasco, que es una carne guisada con huevos fritos,  Gemma. Estaba todo delicioso pero nuestra sorpresa vino cuando según llegaba la hora de cenar e iba viniendo la gente, el único bar que se llenaba era el nuestro!! Estaban todos los bares vacíos y el nuestro sin mesas libres…. El nombre del restaurante era el “Taco…miendo” y la verdad que creo que volveremos…

De ahí muy saciadas y satisfechas, nos fuimos a comer un helado y andandito china chana hasta nuestro hotel para bajar la cena (unos 25 minutos dando todas las vueltas que dimos).
Mañana partimos hacia Isabela.

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